Deseo compartir con ustedes,otro de los escritos, que me dedicó un amigo:
Amor cerebral
Ayer pasaba por el pasillo de un centro comercial, donde vendían libros y revistas de todos temas. Me compré una revista científica que, entre otros temas, hablaba sobre la química del amor. Una explicación biológica de todo lo que ocurre en el organismo cuando está en un estado de enamoramiento romántico. Por ejemplo, la dopina o la oxitocina liberada por el cerebro durante los actos de amor, que da aquella sensación de bienestar tan especial y puede propiciar la pérdida momentánea de la cordura, conduciendo a lo sensual, lo romántico y lo erótico. Todo lo opuesto a otras emociones como la depresión, la cual es inducida también por sustancias químicas en el cerebro y que debe ser atendida por expertos en salud mental. Hablo de este tema porque el amor romántico es parte de la naturaleza del ser humano, tanto hombre como mujer. Porque en el fondo, a pesar de las buenas o malas experiencias, el ser humano busca un ser que le cause bienestar y dé sentido a su vida, consciente o inconsciente de que el amor tiene muchas formas y tiempos.
De la lectura que acabo de comentar y de mi experiencia escasa en la poesía romántica, he escrito unos versos, dedicados a quien amo, he amado o amaré; a quien me lee, me ama o me quiere; y a quien ama o quiere a otra persona con todo su corazón…o su cerebro?
Sin más preámbulo, aquí está:
Amor cerebral
Para serte franco, mi vida, no te amo con todo el corazón
te amo con todo mi cerebro.
Para serte franco, amor, cuando estoy contigo no me brotan mariposas blancas
son hormonas jugando bajo mi corteza cerebral.
Para serte franco, cariño, no te amo hasta el infinito
porque mi tiempo es finito y muy próximo.
Para serte franco, corazón, no te amo con todas las fuerzas de mi alma
porque dudo si al alma aplican las leyes de la física
y si así fuera me quedaría sin fuerzas para seguir amando.
Para serte franco, mi cielo, no quisiera estar siempre contigo
porque es natural tener tiempos aparte.
Para serte franco, dulce amor, no eres la única mujer que amo
porque ¿de cuántas formas puede definirse el amor?
¿y cómo mitigar el instinto en la realidad y pensamiento?
Pero, a pesar de todo, mi ángel del cielo
te lo digo con franqueza:
Te amo con todo el corazón
con todas las fuerzas de mi alma.
Te amo hasta el infinito
y quiero estar contigo para siempre
aunque el siempre sea finito.
Ángel
-