Fue el asalto por ti...el más sublime,hermoso e inesperado
donde mis sábanas blancas, te esperaban
para envolvernos,en la quietud y suave música del sexo.
Sábanas blancas, que se convierten en el instrumental, más preciado
para nuestro maravilloso,preludio del amor
que comienza, en nuestro encuentro.
Sábanas blancas, danzarinas y vertiginosas
que bailan al compás, de nuestros movimientos
movimientos sensuales y eróticos
que solo tu... me lo produces al decirme
alma mia... como te siento.
Me preguntastes, si me atrevería a tal osadía
y ¿que te respondí yo?...Si... porque desde que nos conocimos
quería, que se produjera este acercamiento.
Ya mis senos comienzan a endurecer,convirtiéndose en la almohada
de nuestros deseos...generando el inicio, a nuestra pasión desenfrenada
que están expectantes, al juego de tus caricias y de tus manoseos
rítmicos, que vienen y van.
Movimientos, uno, dos, tres, miles de veces, que se transforman
en maravillosas convulsiones, que no quisieras nunca terminar
porque es producto, de nuestros deseos y el placer que nos hace disfrutar.
El tiempo pasa rápidamente y los tic tac del reloj, han quedado
enmudecidos, para no interrumpir, este deseo carnal
son cómplices de nuestra pasión, que por el momento
están en su máxima, expresión desenfrenada.
Estás a mi lado desnudo,y con tus manos
has iniciado el juego erótico ,besando mis senos,haciéndome el amor
hasta alcanzar el cielo y penetrándome hasta el fondo de mi alma
con jadeos de mil colores,sudores aromáticos, que impregnan nuestros sentidos
rocorriendo, como cuerdas de violines
tanto tu cuerpo endurecido, como el mio.
Hemos alcanzado el placer infinito,ahora solo estamos, en esa quietud sensual
gestos y murmullos, caricias suaves, de esta hermosa excitación
en que ambos, nos hemos fundimos y nos hemos amado
por tiempo indefinido,con un manantial de besos, que ha dejado nuestra relación.
Nuestra encendida y mutua posesión produjo el desborde
de ríos y lavas ardientes que salieron,de nuestros recintos sagrados
aún enamorados, en este arrebato sexual.
Viene ahora la quietud y serenidad de nuestras almas
fui tuya...como tu fuistes mío
siento tus manos, que aún recorren mi erizante piel
producto de nuestras alegrías y el deseo mutuo, que ambos sentimos
y disfrutamos con mucha locura, llevándonos al mundo mágico
de las más eróticas fantasías.
Ilia Sabiduría
Chile Puerto Montt 06 de agosto 2011