Rutas de ensueño
El sueño de la noche, no me vale
el sueño del día me hace relevante
porque soy quien decide
cuando mi mente y corazón invade.
Soñar de noche es ir a la deriva
sin timón ni bitácora en la nave,
agitado por el mar, sin rumbo,
errante, a merced de los oleajes.
Soñar de día es manejar las velas,
diseñar la ruta, anticiparse
a posibilidad de riesgo y logros
elegir el destino y alcanzarle.
Nunca te he visto dentro
de mis sueños nocturnos
las imágenes que me acosan
en ellos son anónimos,
carecen de rostro, aunque me abracen
llegan, me dan su piel, se evaporan
y nunca procuran quedarse.
Tú vienes a mis sueños cada día,
en las plácidas horas de la tarde,
en el deleite azul de las mañanas,
en el ajetreo denso de las calles,
en el silencio oscuro de la alcoba,
en el verde rumor de los pinares.
Yo te llamo, tú vienes y te quedas,
tan pleno, tan desnudo, tan fragante,
con el rostro cargado de promesas,
y el ímpetu de amar sobre la carne.
Y aunque un día te ausentes,
para vivir tu vida en otros lares,
yo seguiré, compilador de sueños,
tejedor de fantasías, fabricante
de absurdos anhelos e ilusiones.
Trayéndote a mis propias orfandades,
clavándote a la cruz de mis deseos,
cayendo en los pozos de mi sangre,
sin querer evitarlo por mi lado,
sin lograr evitarlo por tu parte.
Me perteneces, aunque no quieras,
porque te he abordado en el ataque
porque te he creado a mi manera,
porque te has quedado, sin quedarte.
Autor Ilia Ljubica
Seudónimo Ilia Sabiduría
Chile Puerto
Montt 08/03/2023
Derechos Reservados
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