Arrebato sexual
Fue entre el primer asalto y el segundo
que disminuye la fuerza, y despierta el
sexo
en un nido de sábanas revueltas
en convulsión de amores y deseos.
No permití el descenso de sus párpados,
que cerrados provocan aislamiento
no les dejé dormir, ni ellos querían
hacerlo
que mal se quiere sin estar despierto.
El tic tac del reloj enmudecido,
y el tiempo inmóvil en profundo sueño,
a mi lado desnudo, y alternando
lenta mi mano de uno al otro lado de su
pecho
me hicieron el amor sus ojos negros.
Penetración del alma, no así del cuerpo
sin espasmos, jadeos, ni sudores,
con la serenidad de los espejos,
que devuelven la imagen, inmutables,
y al mismo tiempo se la quedan dentro.
Me hizo el amor mirándome a los ojos,
en intensa quietud sensual, sin ningún gesto
qué mutua posesión tan encendida,
qué arrebato sexual, grandioso el sexo.
Ilia Sabiduría
Chile Puerto Montt 21/12/20222
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