El Alba
Antes del alba ni los perros ladran,
no se escucha el tráfico, y la luna,
obstinada noctámbula, dormita
en la callada claridad difusa.
Son horas de silencios subterráneos,
y de inmovilidad secreta
a la espalda del sueño, reclinada
sobre la intimidad de la penumbra
yo salgo de mí, más no te encuentro,
tan sola en esta habitación oscura,
tan frío el otro lado de mi aposento
tan lejos de tu cuerpo, desnudo
consiento a mis manos sudorosas
seguir sobre mi piel la misma ruta,
ingenua y atrevida, que siguieron las tuyas.
Qué soledad de amaneceres tristes,
viajera sin ti durante la noche en fuga,
sólo con la caricia imaginada
que en mis estremecidos
dedos se refugia.
Me asalta tu presencia ineludible
en el abrazo tuyo que me enamora,
se me dobla la espalda,
y me siento flotar como la espuma.
Oh, mi mar, mi marea inagotable,
llévame una vez más.
Cómo se acerca el alba, y tú no vienes,
continuidad de huida nocturna,
siguiendo las semanas a los días,
luego meses tal vez, y quizá nunca
con sed de tí, con hambre que desgarra,
con desesperación y con angustia.
Negra es la noche de tu ausencia, negra,
y el despertar sin ti, qué desventura
bello hombre que reposas
bajo la tibia luz acariciante
solo y desnudo en ansiedad de amante
con exploradoras manos agitadas
detengo la tuya que en tu propio cuerpo
quiero ser atractiva y estimulante.
Ilia Sabiduría
Chile Puerto Montt
16/01/2023
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